¿Qué es el amor?

Antes de comenzar a hablar acerca del amor propio centremonos en el amor que es un sentimiento de bienestar y buena voluntad hacia alguna persona u objeto en particular. Es el deseo sincero de ver la prosperidad del ser amado. Tiene varias características que lo identifica.

El verdadero amor es capaz de aceptar al ser amado tal y como es, le da la libertad de ser lo que lo hace feliz. No pone condiciones, nunca deja de ser. Además, no busca lo suyo, es totalmente desinteresado, se entrega sin esperar nada a cambio. También es capaz de darlo todo y mientras más da, más recibe. Es un sentimiento muy poderoso, pues nos da la fuerza y la motivación para hacer cosas que a simple vista nos parecen imposible.

El amor verdadero es tal vez la mejor arma que podemos adquirir para enfrentarnos a las diferentes batallas que nos presenta la vida. No hay obstáculos que no podamos superar si éste es nuestra principal armadura.

Debemos tener en claro que este sentimiento no se puede exigir, es un sentimiento que se va construyendo debido al trato y las buenas relaciones. Cuando conocemos a las personas y convivimos con ellas, el amor abre camino en nuestros corazones hasta convertirse en el sentimiento más poderoso.

Cuando hablo del amor me refiero a toda su variedad, a lo que sentimos por las personas que forman parte de nuestro entorno, hijos, padres, hermanos, amigos o pareja sentimental. Todo sentimiento que tenga éste nombre no puede ser egoísta u orgulloso. Además, este es el sentimiento más limpio, más puro y mas sincero que puede existir.

¿Qué es el amor propio?

Basándonos en todo lo que ya hemos hablado podríamos decir que es el sentimiento de respeto y aceptación que sentimos por nosotros mismos. Entonces el amor propio es la estima que sentimos por nosotros mismos como seres humanos sin permitir que esta llegue al punto de la soberbia. Éste incluye la autovaloración, el autorrespeto, la autoestima y la autoaceptación, debido a que el amor valora, respeta estima y acepta.

Saber auto evaluarnos, conocernos y aceptarnos tal y como somos fortalecerá nuestra personalidad, por lo que la formulación de nuestra conducta va a depender de cuanto nos amemos. También éste será un pilar imprescindible en el momento de construir las fortalezas que nos protegerán del mundo exterior.

Por otro lado, es fundamental en el proceso de nuestro crecimiento personal, no podemos crecer si no sabemos amar y el amor propio es la parte practica de la materia llamada amor.

¿Cuál es la diferencia del amor propio y el egoísmo?

Hay una gran gama de diferencia entre éste y el egoísmo, inclusive se podría decir que estas dos son lo opuesto a la otra.

Se puede definir al amor propio como el sentimiento de estima que desarrolla el ser humano por sí mismo. Asimismo, este sentimiento nos lleva a la búsqueda de nuestro bienestar, nos ayuda a luchar por mantener nuestra salud física y nuestra salud mental. Además, nos ayuda a sanar las heridas del pasado y a desarrollar nuestro crecimiento personal.

Una de las grandes virtudes de este sentimiento es que nos ayuda a fortalecer el amor que sentimos hacia las demás personas. También nos da satisfacción por lo que vivimos, por lo que somos y por lo que tenemos por lo que la envidia sale de nuestro radal.

En conclusión, se podría decir que es el principio del verdadero amor, fundamental en la enseñanza de lo justo, lo puro y lo verdadero. No podemos valorar la vida de los demás si no conocemos la importancia de vivir y ésta solo la conocemos a medida que aprendemos a valorar lo que somos.

Egoísmo

Contrario a lo ante dicho se encuentra el egoísmo, que no es amor. Este basa el sentimiento en la soberbia, el orgullo y la envidia. Por lo generar las personas egoístas no luchan para obtenerlo todo porque aman su vida, lo hacen porque aman la vida de los demás. Estas personas nunca se encuentran satisfechas con lo que son o con lo que tienen, se mantienen comparándose con otros, frente a los cuales siempre pierden.

El egoísta no sabe el verdadero concepto del amor porque nunca lo han sentido ni por ellos ni por los demás, se aferran a las vanidades de la vida y solo viven del querer y del tener.

El amor propio sabe dar, mientras que el egoísmo solo sabe recibir, el amor propio sana las heridas y el egoísmo las agudiza, el amor propio es un motor que nos impulsa al crecimiento personal mientras que el egoísmo es la barrera que nos detiene.